Iglesia de Esmirna. La Edad de los Mártires. (Siglo I al Siglo IV)
Nos dice la Escritura:
Escribe al Ángel de la Iglesia de Esmirna: «El Primero y el Ultimo, el que estuvo muerto y ha revivido, afirma: «Conozco tu tribulación y tu pobreza, aunque eres rica, así como también la maledicencia de los que se llaman judíos, y no son más que una sinagoga de Satanás. No temas por lo que tendrás que padecer: mira que el demonio va a arrojar en la cárcel a algunos de ustedes para que sean puestos a prueba, y tendrán que sufrir durante diez días. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida». El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: la segunda muerte no dañará al vencedor.
Libro del Apocalipsis. II,8-11.
Esmirna en griego viene de Mirra. La Mirra es una hierba amarga que se usa para embalsamientos, para la muerte. Pues bien, esta es la Iglesia del Martirio.
El Señor sabe de sus tribulaciones, de la pobreza de vivir en la tribulación. La Sinagoga de Satanás simboliza la ruptura definitiva entre el Judaísmo y el Cristianismo. El Judaísmo, celoso y orgulloso de su sangre y su raza nos da el primer mártir: San Esteban. Apedreado por no renegar del Señor. Se niega a reconocerle. Esta ruptura continuara hasta nuestros días y no terminara sino hasta el retorno Glorioso del Señor. Este judaísmo será siempre representado por la Sinagoga de Satanás.
Posteriormente el Señor revela que debe ser una Iglesia valiente. Vienen 10 días de cárcel donde el Demonio tendrá potestad. Con ello se refiere a las 10 persecuciones Imperiales de Roma:
- Nerón. (64-68)
- Domiciano. (81-96)
- Trajano. (109-111)
- Marco Aurelio. (161-180)
- Septimio Severo. (202-210)
- Maximino (235)
- Decio (250-251)
- Valeriano (256-259)
- Diocleciano (303-311)
- Constancio II el Arriano y Juliano el Apostata (337-364)
Estas persecuciones ocurrirán por cuatro siglos para un solo motivo. Resistir al mal y no dejar que este triunfe. La fidelidad del Cristianismo se pagara con la corona de la Vida Eterna. Los romanos pagaban los triunfos con coronas cívicas, glamorosas de laureles, pues bien, el Señor otorga a la Iglesia del Martirio la corona de la Vida Eterna. Esta corona es la Santidad. La Gracia. La que no permite que la segunda muerte nos dañe.
Judíos y Romanos. No nos vencieron. Ocurre un evento que terminara por permitir el fin del Imperio Romano como perseguidor.
El Imperio Romano tras su transformación de Principado a Dominado con Diocleciano sufre una Guerra Civil entre aquellos que contendían por el titulo de Cesar. Había 7 pretendientes de entre los que destacaría un general de origen dálmata, Flavio Constantino. Hijo del Cesar Constancio el Cloro y separado de su madre Elena desde muy pequeño, Constantino fue criado en oriente por Diocleciano en su corte en Nicomedia donde aprendió el arte de la Guerra, la Diplomacia y le toco ver la transición entre Principado hacia el Dominado, el Senado pasa a ser un mero grupo cortesano. Constantino entendió que el acierto de quitarle al Senado un poder que desde Cesar Augusto nunca tuvo, pero también fue un error ya que ahora cualquiera con una espada y tropas podía luchar por el titulo de Cesar. A la muerte de su padre, Constantino comienza su reivindicación como heredero del titulo de Cesar Occidental de la provincias de Britania y Galia. Al ser el titulo algo hereditario Constantino se siente con derecho a ello. Y comienza una Guerra Civil que terminara con el triunfo de la Espada de Constantino y de la Cruz de Cristo.
De los 7 pretendientes uno a uno comenzaron a caer. La muerte del emperador Galerio en Oriente por causas naturales permitió a Constantino hacer una alianza con el sucesor de este, Licinio Severo. Así, ambos hombres se comprometieron a repartirse el Imperio. Constantino entonces lanza su ofensiva contra Maximiano y su hijo Majencio en Occidente, Licinio haría lo mismo en Oriente. Constantino entonces se embarca a su destino. Maximiano traicionado por sus tropas se suicida, queda entonces un enemigo, Majencio, que toma Roma como su fuerte. Si Constantino quiere ser el Cesar debe conquistar Roma, pero, hay un problema. Las tropas de Constantino son inferiores en numero a las de Majencio. Con apenas 40 mil soldados contra 100 mil de Majencio. Solo un milagro podía ayudarlo… y así ocurrió.
El 28 de Octubre del año 312 DC, Constantino tiene una visión de Dios. Reemplazara los símbolos romanos por el símbolo del Cristianismo. Su victoria en el Puente de Milvio sobre Majencio significo el fin de una época y comienzo de otra.
San Pablo advertía en su Primera Epístola a los Corintios capitulo XV versículo 24 y 25 que una vez que se derrumbe todo Principado, Potestad y Poder el Señor reinara Eternamente. Y así pasó, el Principado Romano (Princeps) se vio derrumbado ante la llegada del Emperador Diocleciano que decidió vestir su trono al estilo de las Monarquías Despóticas del Oriente Medio. Renunciaba pues a la tradición romana impuesta desde Cesar Augusto en que el Cesar era el primero entre sus iguales, ahora el Cesar era superior a sus iguales y su poder no emanaba del Senado sino de si mismo. Diocleciano, ambicioso e influenciado por el oriente persa, decide romper con la tradición clásica. El purpura y el escarlata serán sus ropajes. La corona del Cesar hecha de oro a forma de corona de laurel es reemplazada por una corona estilo persa, una diadema de oro enjoyada con símbolos romanos.
De esta manera terminaba el Principado y comenzaba el Dominado que sentara las bases de la Monarquía Medieval. Con el fin del Principado pasábamos a la etapa de la Potestad (Dominado-Monarquía) esta vez para Gloria de Dios.
CONTINUARA…
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