25 jul 2013

LOS 100 DÍAS DEL PAPA FRANCISCO: Entre remedos y remedios.

“No es que no puedan ver la solución. No pueden ver el problema”
G.K. Chesterton.

Soy muy critico con todo. Especialmente conmigo mismo. Creo que por eso tengo pocos amigos pues exijo a otros lo mismo que yo me exijo para con los demás. Así he elegí vivir y me ha ido bien a pesar de que muchos me dicen que soy poco sociable. Me gusta la Verdad. Adoro la Verdad. Y baso mi vida en la Verdad aunque duela. Cuando en 2009 me convertí al Cristianismo me asegure de exigirme como cristiano todo. Si he de aspirar a la Salvación debía pues imitar los grandes ejemplos de Santidad. Así que tome como ejemplo de mi vida diaria a san Agustín de Hipona. El soberbio abogado que humillado por san Ambrosio de Milán termino por arrodillarse ante al Señor. Todo iba bien. Mi forma de ser, poco común según algunos curas, permitió a muchos jóvenes universitarios aprender conocimientos de la Fe Católica Romana en su forma mas ortodoxa, sin las ambigüedades del Vaticano II, aprendieron a amar el latín, a comportarse con santidad dentro de la misa (aun cuando esta fuera el Novus Ordo) y mas que nada comenzaron a aspirar a algo mas grande que ayudar a la gente, en definitiva, aspiran a la Santidad.

Entonces el Papa Benedicto XVI renuncio. Y la crisis llego una vez mas. Los que habíamos trabajado por limpiar la Iglesia del infecto modernismo teológico, del ecumenismo malentendido que rayaba en la ecumanía del relativismo religioso y mas que nada que exigíamos a los sacerdotes colgar los hábitos si no daban el kilo como sacerdotes, veíamos con resignación la elección del Cardenal Jorge Bergoglio como nuevo Obispo de Roma bajo el nombre de Francisco. La duda. El temor. Y el dolor. Todos se justificaron cuando el Papa Francisco el 15 de Marzo del 2013 afirmo en la Sala Clementina: "es curioso: yo pienso que el Paráclito da todas las diferencias en las Iglesias y parece como si fuera un apóstol de Babel" ¿Como podría el Vicario de Cristo decir semejante declaración? Entonces recordé que el ya antes arrastraba concretos, abultados y probadísimos antecedentes que lo sitúan como un hombre imprudente. Un hombre perseguidor de los movimientos tradicionales y adherente activo a todas las formas de sincretismo religioso que llevaba al relativismo. Preocupante sin duda. Y mas cuando el 13 de Marzo de 2013 el Gran Maestre Ángel Jorge Clavero de la Gran Oriente de Argentina se congratula con el nombramiento de un Obispo de Roma. Tampoco es una señal tranquilizadora que ministros del culto israelita llamen "mi Rabino" al Papa Francisco, mientras reconocidos representantes del progresismo religioso más radicalizado (como Küng o Boff) ofrezcan su beneplácito por esta elección.

Vinieron entonces mas imprudencias. Declaro el Papa el 16 de Marzo que "quisiera ver una Iglesia pobre y para los pobres" olvidando que existió un san Pio X, que nació pobre y murió pobre y que el pueblo mas humilde y sencillo le venero con todo amor y nunca se bajo del Trono de san Pedro. Curiosamente esto es algo que no exigió al Gran Rabino de Roma a quien invitó expresamente a la misa solemne de inauguración de su Pontificado, pero no a donar sus finanzas para los más necesitados. Y olvido también que la pobreza de San Francisco es de índole teologal, no sociológica; y que expresamente dispensaba de la pobreza lo tocante a la Sagrada Liturgia y a la Santa Misa diciéndole a sus hermanos y discípulos de su Orden: “Los Vasos Sagrados, los Ornamentos y los Libros donde están las Palabras de Jesús deben ser esmeradamente cuidados”. Tal vez por esto y no por otra cosa fue que cuando el Papa Francisco fue visitado por progresistas con sotana a echar a Mons. Guido Marini dijo:
They say that my Master of papal ceremonies [Guido Marini] is of a Traditionalist mold; and many, after my election, have asked me to remove him from his position and replace him. I have answered no, precisely because I myself may treasure his traditional formation, and at the same time he might take advantage of my more emancipated formation.

Recuerdo que el día de su elección el Papa Francisco quien sin olvidar su clásico "recen por mí", agregó además el recemos los unos por los otros. Oremus ad invicem. Eso hagamos. Recemos recíprocamente para sostenernos en estos tiempos, tal vez apocalípticos, en que la confusión es tan grande que el mismo Obispo de Roma se ha vuelto muy imprudente. Estos tiempos sin duda donde el mundo ya esta doblegando al Papado. Donde la reforma de la Curia no es otra cosa sino el modelo sinodal a semejanza del Sanedrín reduciendo a nada la Supremacía Papal. Donde la lucha contra la pederastia sigue siendo un tema pendiente en la cual solo cayeron las cabezas visibles del asunto pero hace falta purgar los elementos episcopales que permitieron tales encubrimientos pues esos Obispos traidores no los quieren remover e investigar por todos son de línea progresista y liberal. Donde la corrupción del Banco Vaticano es la comidilla de todos los días en Italia pero que no se dará a conocer la conexión financiera entre el Banco del Vaticano y los 13 banqueros judíos de Wallstreet.

Es por eso que todos los días rezo por el. Por un milagro. Rezaré y rezaré intensamente; rezaré como nunca antes en mi vida, pidiendo el milagro de que Francisco se convierta de sus errores pasados y de sus conductas imprudentes para que se transforme en el Papa santo y sabio que necesita la Iglesia para ser restaurada.

Pax

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